SU CASA EN CASTRILLO DE DUERO
CASTRILLO DE DUERO
OLMOS DE PEÑAFIEL, COLINDANTE A CASTRILLO Y LUGAR DONDE EL EMPECINADO FUE APRESADO EL 21 DE NOVIEMBRE DE 1823
ARROYO BOTIJAS, AL LODO QUE PRODUCE EL ARROYO SE LE LLAMABA PECINA, DE HAY LE VINO EL APODO DEL EMPECINADO
MONUMENTO-MAUSELO DE DON JUAN MARTÍN DÍEZ, EN BURGOS
Aprovechando que en el último número (4) de la revista Alkaid aparece un artículo sobre la repercusión de la Guerra de la Independencia en la población civil, tomando como ejemplo el paso de las tropas de don Juan Martín Díez "El Empecinado" por la villa de Torrelaguna (Madrid); voy a recomendar visitar Castrillo de Duero, pueblo natal de este caudillo castellano. Juan Martín nació en 1765:
En cinco días del mes de Septiembre de mil setecientos setenta y cinco y en la parroquia de esta villa de Castrillo de Duero, yo, el infrascrito cura propio de ella, bauticé solemnemente a Juan, hijo legítimo de Juan Martín y Lucía Diez, vecinos de esta villa y en ella casados y velados, él natural de Castro de Fuentidueña y ella natural de esta villa; sus abuelos paternos Juan Martín y Micaela Sancristóbal, naturales de dicho astro de Fuentidueña; los maternos Andrés Díez y Lucía González, vecinos de esta villa, él natural de Olmos y ella de esta villa, fue su padrino Gregorio González, vecino de esta villa, a quien advertí del parentesco espiritual y demás obligaciones: nació el dicho niño el día dos de dicho mes y año y para que conste lo firmo ut supra. Don Josef de Subirán.
Además de poder ver su casa, todavía en posesión de la familia, se puede contemplar una estatua recién instalada, así como un aula-museo dedicada al Empecinado. Esta última tiene reproducciones de uniformes y paneles donde explican la carrera militar del guerrillero. También se proyecta un documental sobre su captura y muerte.Su carrera militar durante la Guerra de la Independencia está repleta de victorias, pero seguramente para él lo mejor de aquella etapa fue la triunfal entrada en Madrid, en agosto de 1812:
Las fatigas y cuidados de estos últimos días me han robado el placer de avisar sucesivamente a Vd. sus felices resultados y los más lisonjeros de las armas de nuestros aliados. Triunfantes entramos en Madrid el 12 a la una de la tarde entre las sinceras aclamaciones de este pueblo fiel y sus lágrimas de ternura al tiempo de evacuarle el grueso del ejército enemigo que dejó en el Retiro una pequeña guarnición. No se puede pintar una escena tan grandiosa, por una parte había gentes que llorando, reían; por otra se abrazaban sin conocerse, allí se agolpaban a las tropas sin temor de serlos molestos. En otros puntos las detenían sin dejarlas mover por le placer de contemplarlas por todos resonaban aclamaciones y vivas alternando la Patria, Fernando, aliados generosos y españoles. La dulce armonía que formaban estas voces arrancaba lágrimas de placer a ver a objetos insensibles, ya en el día 10 pasee dicha corte con parte de la caballería de mi mando regimiento de Madrid y algunos alemanes hasta la inmediación del Retiro. No me hirieron mas que a el oficial alemán D. Federico Escolar, y yo saqué un capitán y un soldado de dicha acción prisioneros dejando cuatro cadáveres en las calles. Es indecible el gozo que produjo también este ligero pronóstico de las ocurrencias que debían seguir. La guarnición del Retiro en número de 1900 hombres fue prisionera de guerra como a las doce del 14. Son muchos los almacenes de todo útil que se han hallado con 200 cañones y veinte mil fusiles. Después pasé con la caballería de mi mando a la capital de Guadalajara para impedir la salida de la guarnición, mientras llegaba la infantería que estaba en Arganda. La intimé la rendición y después de varias contestaciones convenimos en los capítulos que acompaño copia, que pasados a la aprobación del Lord Wellington, fueron moderados en el 4,5,6 y 8 de que modo que también acompaño. Conforme a aquella rindieron las armas a las once de la mañana del 15 en número de 851 hombres que contiene el estado que remito. Se han tomado dos banderas, dos cañones de a cuatro, un obús, 8 pedreros con tres carros de municiones. Son muchos los útiles que se han hallado, entre ellos do mil fusiles. También de los de la fábrica de San Fernando de que se entrega la dirección de ella. Las demostraciones de alegría de esta ejemplar provincia han correspondido a la evacuación del enemigo al entusiasmo que ha mantenido desde el origen de esta Santa lucha por la Patria y nuestro adorado monarca Fernando 7º, que Dios guarde y yo tengo el placer de haber trabajado en ella casi desde entonces con el ejército de haber logrado su entera libertad.
Tengo el honor de ser con toda consideración súbdito de V.E.
Guadalajara 19 de agosto de 1812
Ecmo. Señor
El Empecinado
Al término de la guerra empiezan las desconfianzas hacia su persona y el desprestigio, dado su carácter liberal y el rechazo que expresa hacia la causa absolutista:
El brigadier Don Juan Martín (el Empecinado) este cuyos sentimientos patrióticos se han hecho disfrutar la estimación y justa recompensa de la Patria, solo es en sí un buen soldado u granadero, pero no lo que exige por su confianza el empleo que en la actualidad obtiene y el mando de una División, por que careciendo aun de los principios de una educación militar son extremadamente obscuros los de la de su política, y no esté en el caso de adquirir una ni otra, antes bien dar margen con el mal ejemplo de ambas, a que se olvide la que de suyo haya adquirido…… Se presenta al frente de sus tropas no tan solo sin saber dar una voz de ella si no es profiriendo otras del uso y costumbre de la gente mas baja y soez, sirviendo de mofa a los soldados que le oyen y a quienes conduce al enemigo y ha conducido hasta aquí en estos términos, pero sin reparo al sacrificio de víctimas, que le son indiferentes, siempre que con ello logre conseguir alguna ventaja, pues es innegable que lleva en si propio las de su valor, por el que desconoce el peligro…… Vergonzoso parece manifestar su conducta, no sabiendo hablar si no es con la palabra mas obscena en la boca, no atendiendo a lo que se le dice de oficio sin proferirla a cada paso, no vistiendo ni presentándose de otra suerte que como si fuera un triste y pobre criado, faltándose de llamarse y firmándose el Empecinado, tratando y teniendo por su asociado a un traficante en carnes, y en fin otras que omito, pues esto basta, son mas que suficientes para que todos o los que piensan con juicio excusen su trato; son razones para que los jefes ni oficiales, ni política ni oficialmente se presenten en su casa, y son efectos para que el soldado le mire con desprecio, que no tiene el Empecinado partido alguno en su división y que sin dicho jefe sería esta sobresaliente.
Campamento de los Requés
19 de marzo de 1814
Cayetano María Degres
Su vida terminó en la burgalesa villa de Roa el día 20 de agosto de 1825
Comisión de la Real Chancillería de Valladolid.
Sin embargo de que por el Excmo. Receptor de la Comisión se remite a V.S. el testimonio correspondiente de haberse ejecutado en este día y hora de la una menos cuarto de su tarde la Real sentencia de muerte de horca impuesta al Empecinado con todo he creído de mi deber hacerlo yo también como lo hago por este manifestando a V.S. al mismo tiempo que hallándose el reo al pie de la misma horca y habiendo dado al parecer muestras de arrepentimiento, hizo un esfuerzo prodigioso y rompió las esposas de hierro que tenía en las manos y trató de salir por entre las filas de los valientes voluntarios de esta villa y sus inmediaciones que tenían hecho el cerco.
El objeto, Sr. Gobernador, que sin duda ofuscó a este perverso fue el de acogerse a Sagrado de la Colegial, o lograr en otro caso el que los mismo voluntarios le diesen la muerte y no sufrir la afrentosa de la horca; pero le salieron vanos sus intentos pues sólo trataron de asegurarle, y viendo ya que no quería subir por las escaleras y que se tiró al suelo, mandé que le subieran con una soga como se verificó y sufrió al tan merceda muerte.
Dios guarde a V.S. muchos años.
Roa y agosto 19 a las dos de la tarde de 1825
Vicente García Álvarez
Sr. Gobernador de las Salas del Crimen de la Real Chancillería de Valladolid
Es enterrado en el campo santo de Roa, pero en 1854 se trasladan sus restos a Burgos donde descansan actualmente en la calle Fernán González.
Archivo de la Real Chancillería, Valladolid
Archivo: Archivo Histórico Nacional:
Expediente sobre la entrada en Madrid y la toma de Guadalaja por las tropas dirigidas por El Empecinado
ES.28079.AHN/1.5.1.145.4.1.1.42.13.24//DIVERSOS-COLECCIONES,100,N.4
Informe reservado para el Estado Mayor acerca del estado en que sencuentra la 5ª División del 2ª Ejército, mandada por Juan Martín el Empecinado
Signatura: DIVERSOS-COLECCIONES,91,N.35