Acaba de publicarse el último número de los Cuadernos del Bicentenario, editado por el Foro para el Estudio de la Historia Militar en España (FEHME). Uno de los artículos que contiene es el segundo mío dedicado al Empecinado. En el primero, publicado en el número anterior, quise acercar su figura a través de su entorno familiar. Este segundo artículo se centra en sus inicios como guerrillero hasta que se une a la Junta de Sigüenza-Guadalajara.
Si en el primer artículo, la historia de su hijo mayor fue para mí lo más significativo, en este segundo hay tantas cosas inéditas sobre el Empecinado que no puedo resaltar ninguna en concreto. Por ejemplo, se indica el primer documento que se conoce hasta ahora donde aparece por primera vez su apodo y que nos hace averiguar que ya se le apodaba Empecinado desde antes de la guerra. El documento se conserva en la Chancillería de Valladolid y hemos conseguido el permiso para reproducirlo.