Hace unos años, preparando
el libro: 1812, Wellington en Valladolid, encontré en el Royal Engineers Museum una acuarela donde se representa los preparativos para la
voladura del puente de Cabezón en 1812. Está pintada por el capitán de
ingenieros Charles Ellicombe. La acuarela impresiona por los detalles, se
observa incluso el edificio de la iglesia del monasterio de Palazuelos. Se
pintaría posiblemente el día 24 o 25 de octubre antes de la llegada del grueso
del ejército aliado, ya que aparecen representadas pocas tropas. En la
representación del puente hay un error ya que le falta un arco, Charles haría
un boceto frente al puente y terminaría la acuarela en los campamentos de
invierno de Portugal. Las gestiones para obtener una copia fueron lentas y el
libró salió sin la imagen del cuadro; como me quedó la curiosidad por ver la
imagen volví a reanudar la petición el pasado año, y ya sin tantas prisas he podido conseguir la copia. El próximo mes de octubre será el bicentenario de la
estancia de Wellington en Cabezón de Pisuerga, para recordar este
acontecimiento se están preparando varias actividades entre las que destaca una
exposición en el monasterio de Palazuelos.
CONTEXTO HISTÓRICO
En 1812 Wellington toma la ofensiva contra
los ejércitos franceses que ocupan España, captura las plazas de Ciudad Rodrigo
y Badajoz y en el mes de julio vence al ejército francés de Portugal en
Arapiles. A causa de esta derrota los imperiales desocupan las provincias de
Valladolid, Madrid y Andalucía. El rey José I abandona la corte y se dirige a
Valencia donde espera reunirse con el mariscal Suchet, a cargo de la región de
Levante, y con el mariscal Soult que desde Andalucía marcha a Valencia. El 12
de agosto Wellington entra en Madrid, y tras dar unos días de descanso a sus
tropas decide retornar a Valladolid para alejar el peligro del ejército de
Portugal, que ha conseguido rehacerse, y tomar Burgos desde donde puede hacer
fuerte su derecha. Espera realizar pronto este cometido y volver a Madrid para
enfrentarse a la unión de los ejércitos del rey José y los mariscales Soult y
Suchet. El general francés Clausen, al mando del ejército de Portugal, abandona
Valladolid ante la aproximación de Wellington y se retira hacia Burgos donde
espera recibir ayuda del ejército francés del Norte. El general inglés decide
perseguir a Clausen y el día 17 de septiembre se presenta en Burgos. Las tropas
francesas no se han parado en la capital burgalesa y han continuado hacia el
norte, dejando en el castillo una fuerza para su defensa. Wellington quiere
capturar la fortaleza y la sitia. La experiencia conseguida en Ciudad Rodrigo y
Badajoz, así como el desigual número de tropas entre los defensores y
atacantes, a favor de estos últimos, da esperanzas a los sitiadores para tomar
el castillo en muy poco tiempo. Pero el mal tiempo, falta de material y ardor
de los defensores ralentizan los trabajos dando lugar al refuerzo del ejército
de Portugal por el del Norte. El día 21 de octubre Wellington tiene que dar la
orden de levantar el sitio ante la aproximación de las tropas francesas y las
noticias del inicio de movimientos por parte de José I hacia Madrid. La
retirada se llega hacer desordenada y el acoso de los franceses agobiante.
Pretenden cortar el camino de los aliados hacia Salamanca y sus cuarteles de
Portugal. Tras salir airosos en Villamuriel de un ataque sorpresa por parte francesa,
y volar el puente de Dueñas, Wellington cruza a la orilla izquierda del
Pisuerga, en Cabezón, he intenta parar la persecución.
La vanguardia llega a Cabezón de Pisuerga el día 24 de
octubre y el 26 el grueso del ejército con Wellington a la cabeza.
FUERZAS DE AMBOS BANDOS
Ejército aliado:
Comandante General: Wellington
2 divisiones de caballería, 7 divisiones de infantería, 1
división ligera, tropas portuguesas, artillería, tren y staff.
Total ejército anglo-portugués: 50.600 hombres
Caballería de don Julián Sánchez: 1.155 hombres
Ejército de Galicia:
1ª División: Mariscal de Campo D. Pedro de la Barcena
Cazadores del Rey, Corona, 1º de Asturias,
Voluntarios de León, Tuy, Monterrey, 1er. Batallón de Marina, Orense,
Compostela.
2ª División: Mariscal de Campo D. Francisco Cabrera
Voluntarios de Asturias, 2º de Murcia,
Toledo, Santiago, Ribero, Oviedo
Reserva: Mariscal de Campo D. Francisco Javier Losada
Voluntarios de Santiago, Benavente, 2º de
Asturias, Guadalajara, 2ª Legión de Castilla
División de Caballería: Coronel Conde de Figuelmonte
Granaderos a caballo, Cazadores de Galicia,
Húsares de Galicia, Húsares de Cantabria
Total ejército de Galicia: 17.700 hombres
Esta es la fuerza teórica que parte de Burgos. Wellington en
cambio el día 27, desde cabezón, escribe al ministro Bathurst y le indica que
tiene 4 débiles divisiones de infantería y tres brigadas de caballería. A los
que hay que sumar 12.000 hombres del ejército español de Galicia.
Se reparten entre Cabezón de Pisuerga y Valladolid.
Ejército francés:
Ejército de Portugal:
General: Souham
8 divisiones de infantería, 2 divisiones de caballería, artillería,
varios cuerpos y staff.
Se le unen una brigada de caballería y otra de infantería del
ejército del Norte.
Total: 61.300 hombres
Fuente Charles Oman – Gómez de Arreche
DEFENSA Y VOLADURA DEL PUENTE
Cabezón de Pisuerga se llena de tropas ya el día 24 de
octubre, cuando comienzan a llegar la vanguardia aliada y los pertrechos. Los
soldados se sitúan en la altura sobre el puente, disponiéndose los ingenieros a
perforarlo para proceder a su voladura. Una nube de polvo cubre el lugar. Los
carruajes, heridos y civiles continúan hacia la ciudad de Valladolid.
El 26 llega a Cabezón
el grueso del ejército aliado encabezado por Wellington, preparando la defensa.
Las bodegas situadas en la ladera encima del río son aprovechadas para colocar
la artillería, y el paso del puente es obstaculizado con carros. Los vecinos de la población temen que vuelvan
a producirse los sucesos del 12 de junio del no tan lejano año de 1808, cuando
los franceses, una vez derrotado el ejército del general español Cuesta,
desplegado en la orilla derecha junto al puente, entraron en la villa robando
todo lo que encontraron a su paso. Tuvieron que acercarse a la ciudad de
Valladolid para recomprar por doscientos reales el incensario y la concha de
plata de bautizar, al relojero Joseph, que a su vez se los había comprado a los
franceses que los sustrajeron de la iglesia; y ciento cuarenta y cuatro reales
que abonaron a los alemanes, por la paz y otros objetos de la iglesia. El copón
no apareció, teniendo que hacerse uno nuevo. Para que no les vuelva a ocurrir
lo mismo, esconden todos los objetos de valor. Los habitantes que pueden,
abandonan sus casas camino de Valladolid.
Al atardecer llega el ejército francés, posicionándose en la
llanura frente al puente. El general francés Maucune se acerca a inspeccionar
las defensas; tras informar al comandante general Souham, éste decide atacar al
amanecer. Durante la noche envía diversas patrullas para verificar que el
enemigo no se retira. Las primeras luces del día 27 revelan una densa niebla
que imposibilita ver la orilla opuesta del río. El ataque tiene que demorarse
hasta las nueve de la mañana, momento en que se ordena a la infantería ligera
francesa atacar el puente, bajo cobertura de once piezas de artillería
dirigidas por dos brigadas de este cuerpo. El puente tiene una longitud de unos
163 metros, que al ser rebasados hay que girar a la derecha para proseguir, por
la carretera que transcurre entre el río y la ladera, hacia la población de
Cabezón. Las baterías instaladas en la ladera y en la base del puente
(divididas en dos grupos, uno para neutralizar el fuego enemigo y el otro para
barrer el puente con metralla), junto al eficaz fuego de los fusileros, impiden
a los franceses cruzar el río, teniendo que retroceder. Las bajas aliadas son
unos pocos heridos, entre los que se encuentra el teniente coronel de
artillería Robe; también resulta dañado el hospital de campaña que se ha
levantado. Souham desiste de continuar con el ataque y decide seguir bajando
por el curso del Pisuerga hasta Valladolid, dejando en Cabezón un fuerte
contingente de tropas que fijen la posición aliada. Wellington, desde las
alturas de Cabezón, puede observar al ejército de Portugal y comprobar que se
ha reforzado con tropas venidas del Norte. Se da cuenta de que está en
inferioridad numérica.
Los franceses descienden por el Pisuerga, siendo la división
del general Foy la que va en vanguardia. El 28, a primera hora, se sitúa en los
altos de la Maruquesa y de las Contiendas, frente a la ciudad de Valladolid,
instalando una batería en ambos lugares con un total de doce cañones. A las 6
de la mañana empieza el cañoneo sobre la población y sus suburbios. En Valladolid
se encuentra la 2ª brigada de la 7ª división inglesa, junto a los portugueses
adjuntos a esta unidad. La 1ª brigada ha seguido el curso del río hasta llegar
al puente de Simancas, donde se encuentran protegiendo este paso. Wellington
quiere evitar que el enemigo cruce hacia la orilla izquierda, volando los
puentes en caso necesario. El fuego de la artillería francesa se dirige hacia
las tropas que defienden el Puente Mayor, y a los bagajes y transportes que
llenan el Campo Grande; alcanzando la puerta del Hospital General y una casa de
los Doctrinos, quemando parte de ella.
En
combinación con la artillería, el regimiento francés nº 39 de línea baja hacia
el puente para tomarlo. La construcción está defendida por la brigada
portuguesa que ferozmente detiene el avance de los soldados imperiales. La
lucha se extiende por las calles inmediatas saliendo en algunos momentos las
bayonetas a relucir.
A media mañana llega a la Maruquesa la 3ª
división francesa, para relevar a los hombres del general Foy. Este reanuda la
marcha hacia Simancas llegando al mediodía a las alturas que dominan la villa.
Allí le espera una pequeña avanzada que se adelantó al amanecer para
inspeccionar la posición. Aprovechando que había una densa niebla han cogido
desprevenidos a un cabo y tres soldados pertenecientes a los dos batallones
ligeros de la Legión Alemana, que junto a un batallón de los Brunswickers y dos cañones están
defendiendo el puente sobre el Pisuerga, bajo el mando del general inglés
Halkett. Foy, tras inspeccionar la defensa, ordena el ataque; pero el puente es
volado y las tropas francesas no pueden rebasarlo.
De
madrugada se vuela el Puente Mayor de Valladolid. Cuando se verifica la salida
de la ciudad por parte de los enfermos y bagajes, se da orden de retirada,
destruyendo la estructura de madera que se había puesto en el puente tras la
última voladura sufrida, en el mes de septiembre. Una larga caravana sale por
la puerta del Carmen con dirección a Puente Duero, para alcanzar Villanueva,
punto fijado para concentrar las tropas.
Cuando
está a punto de amanecer el día 29, de nuevo se vuelve a oír otra fuerte
explosión, en este caso a la izquierda de Simancas. El batallón de los Brunswickers
(formado por alemanes al servicio del rey de Inglaterra) ha volado el puente
medieval de Tordesillas. Wellington ya
no tiene motivos para continuar en Cabezón y a las cinco de la mañana ordena el
avance hacia Valladolid. La división gallega, sin la presencia de Santocildes
que tuvo que dejar el mando por enfermar gravemente, marcha tras la sexta
inglesa; el día anterior se les repartió 14 cuartos de real para pasar hoy a
Valladolid a comprar menestra para su ración, pero la decisión del general
inglés les priva de este suministro, conformándose con el poco pan que les queda.
De la ración que le corresponde a cada soldado de carne, pan y aguardiente,
sólo de esto último pueden echar mano diariamente. Pero, eso sí, los 42
cartuchos y dos piedras de sílex para el fusil, se han encargado los mandos que
todo soldado lleve consigo. Cuando los españoles se han distanciado unos pocos
kilómetros de Cabezón de Pisuerga, oyen la explosión del puente: el arco
central ha sido volado. Los habitantes de la villa ven con pesar descender los
restos de la construcción río abajo, sólo hace unos 20 años que se había
restaurado.
Fuente: 1812, Wellington en Valladolid (Diputación de Valladolid, 2009)
..
Excelente trabajo como siempre. ¡La de veces que he tomado yo muestras de agua del río desde el pretil del puente!
ResponderEliminar